Creo que en nombre de la libertad en general; también en el nombre de la libertad de creación; en el nombre de la libertad de prensa, se debe defender a esta mujer.
Personalmente no me gusta la compañia con los trotzkistas (que por lo demás poco tienen que ver con las ideas de Trotzky); yo soy un anarco intelectual, pero enemigo del bombazo y de los asaltos a bancos. Lo de "anarco" tiene que ver con la búsqueda de independencia intelectual y la disposición a mantener los ojos abiertos en la oscuridad. ("Cuando cae la noche, Minerva emprende el vuelo y con su mirada rompe las tinieblas”, -algo así dice Hegel en la "Fenomenología del Espíritu-)
Pienso que de ser cierta su complicidad con los asaltantes de bancos, erró o confundió su tarea de "documentalista". Por supuesto que sobre eso, no estoy informado y no puedo juzgar, menos prejuzgar.
Encuentro que se trata un atropello a los derechos humanos que esa mujer esté presa y además en malas condiciones; mientras los asesinos y esbirros de Pinochet, están "encarcelados" en villas, casas de reposo, cárceles hoteles, con televisión, piscinas,saunas, visitas todo el día; y los peores, los civiles cómplices y co-autores incluso estén sentados en el Parlamento. (textualmente: “sentados”).
Esa mujer en prisión y mientras tanto, la Presidenta embargada de pena, suelta el moco, disfrazada de viuda, por la muerte accidental de un general. Un accidente de aviación que lo transforma automáticamente por los medios de comunicación en "general del pueblo". Nunca se había visto en Chile tanta histeria colectiva. Tuve que recordar la histeria que se desató alguna vez en Argentina por la muerte de Evita Perón o la muerte en un accidente aéreo, del "zorzal crioyo". No creo que Bernales haya cantado ni en la ducha.